Historias

Berlin Design Week: nuevas visiones del Diseño

25/5/2023

La semana pasada, Monnou visitamos la Berlin Design Week. Tuvimos la oportunidad de visitar a estudios y proyectos como Pong, enfocados en el diseño industrial con una mirada de economía circular. Y otros como Superrr Lab, una organización sin ánimo de lucro enfocada en diseñar un futuro mejor para el entorno digital: feminista, inclusivo y sostenible. También estuvimos en algunas charlas y eventos. En el evento de iF Design, organizado por la World Design Organization (WDO), asistimos a un debate sobre el rol de las y los diseñadores en los tiempos de la Inteligencia Artificial. Y en la gala de los premios iF, pudimos conocer a muchos de los proyectos premiados, conocer nuevas categorías de diseño, y ver cómo la sostenibilidad es cada vez más un criterio en los proyectos.

Además, Pedro de Monnou, como parte de la WDO, participó en una investigación en Berlín junto con sus compañeros Kimia y Muhammad. Se investigó acerca de cómo podemos diseñar comunidades más prósperas, cohesionadas y pacíficas.

En esta historia, compartimos algunas reflexiones de esta semana del diseño berlinesa.

Diseño y ética en tiempos de aceleración tecnológica

En las distintas charlas y conversaciones a las que asistimos, existía una cierta preocupación por cuál es el rol de las y los diseñadores en un mundo liderado por la tecnología. También existía una preocupación sobre las consecuencias que tiene esta aceleración tecnológica, y el trabajo de los diseñadores, para la ética y la sostenibilidad.

En primer lugar, es interesante entender la diferencia entre el profesional del diseño, y los métodos o enfoques del diseño. Por un lado están las personas cuya profesión se enmarca dentro del diseño: gráfico, industrial, de servicios… Por otro lado, existen herramientas, metodologías y enfoques del diseño que son empleadas por profesionales de otras áreas (incluso científicos) para innovar.

En segundo lugar, se habló de cómo los diseñadores son la voz de la ética dentro de las organizaciones y los proyectos. Esto conviene pensarlo con detenimiento, ya que personas de otras disciplinas (como las ciencias, el marketing o la ingeniería) también traen, a menudo, el debate ético sobre la mesa. Los diseñadores no somos los únicos que nos preocupamos por las personas y el planeta. Sin embargo, sí podemos decir que esas herramientas y metodologías del Diseño pueden ayudar a cualquier profesional de cualquier disciplina a crear soluciones más éticas y sostenibles. Entonces, ¿cuál es el rol de las personas que nos dedicamos al diseño dentro de este contexto?

Las profesionales del diseño tenemos mucho que aportar de las siguientes maneras:

  • Somos generalistas, y por lo tanto, conectores de distintas personas y disciplinas. Esto permite tener una visión general de hacia dónde va un proyecto, cuál es el sentido de eso que estamos haciendo. También facilita encontrar las colaboraciones (partnerships) más apropiadas para cada proyecto.
  • Vamos de la teoría a la práctica. Con nuestras metodologías, conectamos la investigación con la acción, lo cual facilita que la reflexión ética se lleve efectivamente a la práctica.
  • La actividad del diseño implica adaptabilidad y flexibilidad: lo vemos cada día mientras realizamos prototipos y experimentos, como parte del proceso de diseño. Esto es algo que contribuye a la resiliencia. En una época de incertidumbre y de constantes cambios, el diseño se encarga de detectar pronto estos cambios y realizar propuestas para ellos.

En este sentido, las personas que nos dedicamos al diseño tenemos la capacidad de dar sentido a aquello que la tecnología hace. Definir el propósito, de forma muy consciente. Una Inteligencia Artificial (IA) podrá ejecutar proyectos de forma más eficiente, pero, ¿cuál es el sentido de hacer ese proyecto? ¿Qué aporta a la sociedad? ¿Cuál es su propósito? Ahí los diseñadores tenemos mucho que decir.

Algo interesante que se dijo en estas conversaciones, es que, con la llegada de la IA, pasaremos de ser “solucionadores de problemas” a ser “descubridores de problemas”. Así, podremos pasar menos tiempo tratando de resolver un problema desde un ordenador (ya que eso lo hará la tecnología) y pasar más tiempo siendo creativos sobre lo que podríamos hacer. Y sobre lo que deberíamos hacer.

En definitiva, quienes nos dedicamos al diseño no deberíamos abanderar que somos quienes hacen que la ética esté presente en cada proyecto. Pero, desde una visión más humilde, sí podemos facilitar que estas consideraciones éticas se hagan visibles y se materialicen en la práctica. Y esto es clave en un mundo cada vez más liderado por la tecnología.

Diseño de Servicios, Diseño para la Innovación Social

Antes hemos hablado de cómo el diseño es capaz de conectar la investigación con la acción. En este caso, Pedro, Kimia y Muhammad se centraron en la parte de investigación (research), a través de entrevistas en ciertas áreas de Berlín, y a través de una entrevista en la radio comunitaria THF.

De esta investigación, se pueden extraer recomendaciones luego para diseñar soluciones. Estas soluciones no tienen porqué ser un producto concreto. El Diseño tradicional se centraba en crear productos, pero ahora creamos con una visión más amplia: diseñamos un servicio completo. El diseño hoy en día actúa en campos más amplios, ya no tan centrados en los productos concretos.

En relación con esto, aparecieron algunas ideas interesantes durante las entrevistas y durante la conversación en la radio comunitaria. Ayosha, el fundador de la radio THF recibió formación en Diseño de producto. Sin embargo, a día de hoy casi no diseña productos, sino iniciativas y servicios que nacen con y desde la comunidad, como la propia radio. Aún así, tener experiencia en diseño de producto le ha dado las herramientas para comenzar a diseñar iniciativas más globales. Este es un buen ejemplo de Diseño para la Innovación Social: un diseño menos centrado en los productos, y más en crear soluciones transformadoras con la comunidad.

Para diseñar esas soluciones transformadoras, que nos ayudan a transitar hacia la sostenibilidad, las diseñadoras tenemos el rol de mediadoras. Desde siempre, los diseñadores hemos sido mediadores entre la tecnología, el negocio y la sociedad: identificando qué es factible, viable, y además deseable para las personas. Ahora, también somos mediadores entre personas dentro de un grupo (un equipo, distintos departamentos de una empresa, o distintos stakeholders). Ya lo decía Ecio Manzini en su libro ‘Cuando todos diseñan: una introducción al diseño para la innovación social’. Y también lo comentó Ayosha, cuando le preguntamos por los desafíos que encontraba al co-diseñar con la comunidad una iniciativa como la radio THF.

En cualquier caso, al diseñar un servicio (como es la radio comunitaria), Ayosha acaba diseñando también algunos productos más concretos. Por ejemplo, el mobiliario y el espacio donde se desarrollan las actividades de la radio. El Diseño de Servicios tiene algo muy interesante, y es que luego, a menudo hay que diseñar productos concretos dentro del servicio. También, como dice Ecio Manzini, el Diseño de Servicios es la disciplina que más presencia tiene en el Diseño para la Innovación Social.

Una visión más amplia del Diseño

En la Berlin Design Week, hemos conocido una nueva disciplina de diseño: el branding auditivo (sound branding). Lo conocimos de la mano de Ramón Vives, co-fundador de la sede española de la agencia Sixieme Son, que ha sido premiado en los premios IF en esta nueva categoría. Una experiencia de marca va mucho más allá de lo visual, como sabemos: en Sixieme Son se centran en crear la experiencia sonora.

En línea con esta visión más amplia del diseño, que va más allá de los aspectos visuales, aparecen nuevas disciplinas del diseño. Nos ha complacido mucho ver que en los premios IF ya se considera la disciplina del Diseño de Servicios (Service Design). En Monnou tenemos un enfoque muy fuerte en diseño de servicios, que considera la experiencia completa, global, y no sólo visual. Como este enfoque es complejo y busca el impacto social positivo, es necesario involucrar distintas visiones; por ello, el co-diseño y la facilitación son importantísimos.

Como se ha dicho, el Diseño de Servicios tiene un alto potencial de contribuir al cambio social y a la sostenibilidad. En el mundo en que vivimos, es clave entender la importancia del contexto alrededor del producto. Ya se ha visto al hablar de los proyectos comunitarios como la radio THF, y también es un tema que ha aparecido en los distintos eventos de la Berlin Design Week.

Además, en una sociedad en la que cada vez se venden menos productos, y se ofrecen más servicios (servitización), el diseño también debe cambiar. Más adelante, en futuras historias, hablaremos con más detalle sobre el Diseño de Servicios.

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